Los planes de la UC para instalar un modelo de educación híbrida

El lunes 16 de marzo de 2020, los más de 20 mil alumnos de la Universidad Católica (UC), en vez de dirigirse a sus respectivos campus, se conectaron a clases desde sus casas en forma telemática. Chile recién superaba los 60 casos de Covid-19 y miles de académicos, avistando meses de encierro, comenzaban a reformular sus cursos para adaptarse a la educación remota.

No obstante, no todo fue negativo para la UC, ya que la pandemia aceleró forzosamente el proceso de transformación digital del modelo educativo, algo que la casa de estudios ya venía trabajando. Este año, la universidad realizará sus tres primeros magíster online, alista un proyecto piloto de clases híbridas en la Facultad de Comunicaciones y está trabajando en una hoja de ruta del nuevo proyecto educativo para transformar el modelo de enseñanza, que dará a conocer en 2023.

“Uno de las enseñanzas más importantes fue que para lograr aprendizajes significativos puedes apoyarte en modalidades, tecnologías y metodologías distintas. Debemos pensar siempre en el aprendizaje y en función de eso, ir innovando de forma de sacarle el mayor provecho a los distintos métodos”, comenta Fernando Purcell, vicerrector académico de la UC.

La directora de Educación Continua de la universidad, Luz Montero, señala que ahora hay múltiples modelos con distintos porcentajes de actividades presenciales que se pueden aplicar, por lo que la idea es que cada curso o carrera pueda determinar su propio equilibrio.

En ese sentido, considera que un beneficio de la pandemia fue que los profesores se vieron obligados a capacitarse y ahora gran parte de ellos maneja herramientas digitales. “Lo veo en que uno de nuestros problemas es cómo contenerlos para que no suban tanto material de apoyo, porque se nos colapsa la capacidad de almacenamiento en la nube”, relata.

Purcell añade que, de hecho, en las encuestas docentes la evaluación de los profesores mejoró y el factor con que más impulsó esa tendencia fue el trato y cercanía con los alumnos. Afirma que 2.700 de los 3.600 profesores tuvieron algún grado de capacitación en el Centro de Desarrollo Docente de la universidad.

El modelo híbrido

El prorrector de Gestión Institucional, Patricio Donoso, señala que hay que dejar claro lo que se entiende por hibridez: “Algunas veces se piensa en que el curso presencial se transmite de forma remota en épocas de cuarentena, o que el profesor hace una clase con algunos alumnos y el resto se conecta desde la casa. Eso no ha funcionado bien. El esquema híbrido es aquel en que combinas una parte a distancia y otra presencial, hacía eso vamos”.

Purcell cree que si bien la presencialidad a veces es esencial, esto varía dependiendo de los niveles formativos. Dice que en pregrado se hace mucho más imprescindible, ya que no solamente se busca entregar habilidades disciplinares específicas a los estudiantes, sino también otras integrales, por lo que quieren resguardar ese espacio.

No obstante, ya planean rediseñar ciertas carreras para complementar la presencialidad con apoyo online. Estos cambios se comenzarán a pilotear en el corto plazo en la Facultad de Comunicaciones, que incluye las carreras de Periodismo, Publicidad y Dirección Audiovisual.

“Hay otras carreras como Actuación, en donde obviamente la presencialidad es irreemplazable, pero igual tienen una parte de formación general donde se pueden lograr los aprendizajes de otro modo”, explica el vicerrector.

Agrega que en 2023, a partir de las experiencias previas, presentarán una hoja de ruta que siente las bases para el proyecto educativo de la universidad en esta materia, aunque señala que debe tener “flexibilidad”, ya que el rubro es dinámico y en constante adaptación.

Posgrado

A nivel de posgrado, Purcell dice que los alumnos esperan compatibilizar sus estudios con el mundo laboral y a veces familiar, por lo que los métodos online son más valorados. Además, como universidad esperan recibir más alumnos de regiones y del resto de América Latina.

En este escenario, una de las apuestas clave del plantel este año, son los magíster online. Partirán con tres programas “completamente nuevos” en ciencia de datos, analítica de negocios e inversiones y evalúan un cuarto en salud. Se dictarán a través de Coursera, plataforma estadounidense de cursos en línea, con una duración de 18 a 24 meses, con 1.800 horas de dedicación exclusiva.

“Gran parte del aprendizaje ocurre de manera asincrónica, pero también tiene algunos encuentros en formato videollamada. Fueron concebidos 100% online desde el inicio, y su creación se rigió por los mismos estándares que los que tiene cualquier otro programa”, cuenta Montero.